Quedan exactos 100 días....
Y en 100 días volverá a suceder el cotidiano milagro en el que volvemos a quedar a merced de su Amor, sometidos a su Reino de sentimientos imposibles y de emociones quebradas, ese pequeño milagro que hace que las devociones tan intimas en otros momentos se tornen en encendidas muestras de entrega desbordada hacia la que se nos entregó Madre entre las madres todas.
Ella es Reina, y como Reina ante ella nos postramos en lo incierto de su morada. Y es en la oscuridad de esa incertidumbre donde tus hijos, los del costal y la faja, la gente de abajo, nos entregamos a la dulce tarea de su servidumbre.
Ella nos eligió y ante Ella nos presentamos, prestos a su voz, sabedores de que tan inmerecido privilegio es un premio al alcance de pocos, Sentir como su Mano nos toca es algo que nos marcará para siempre y quedará grabado de forma perenne en nuestra alma como aquella leyenda que a fuego se grabo en morado y oro sobre el Cielo de su Reino "Orgullo de muchos, privilegio de pocos" que a fuerza de tanto repetirla se hizo cierta por las calles y plazas donde Ella tiene su casa.
Ella no formó como un ejercito de soldados valientes, nos regaló su pañuelo, nos mostró su promesa y nos repartió su devoción para llevarla por el mundo. Nos recogió bajo su manto, nos premio llamándonos "hijos" y nos concedió la dicha de poder llamarla "Madre"...
En 100 días volveremos a recorrer los caminos nazarenos que Ella nos prepara y nuestros sentimientos se volverá a teñir de ese color morado que nunca se pierde. En 100 días se repetirá el asombroso milagro en el que María volverá a colarse en nuestras vidas y reclamarnos sus "nazarenos".
Tú eres la luz que ilumina cuando todas se apagan... mostrando el único camino que permanece cuando todos se cierran, y que siempre nos lleva hacia Él...
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