El rito de los nazarenos es milimétrico, matemático y perfecto. No es fruto de la improvisación, ni del capricho de nadie, se ha ido creando con el paso de los muchos años que lleva nuestra Hermandad perfeccionando lo perfecto, lo que para nosotros es perfecto, y sabemos en cada momento y cada hora que va a ocurrir y nos bulle el alma sabiendo que los instantes esperados van llegando en su tiempo exacto.
Y en este año 2012, vigesimo quinto desde la creación de la Cuadrilla de Costaleros de María Santísima del Mayor Dolor, los hombre fuertes de María hemos entrado a formar parte de las tradiciones de la Hermandad, del rito antiguo de los nazarenos que nos precedieron, participando de la Bendición de Ntro. Padre Jesús Nazareno a la salida de San Francisco.
Y aunque hayan sido solo dos veteranos peones los elegidos para cumplir con tan delicada labor, tened por seguro que no eran solo dos costaleros los que estaban bajo el paso del Nazareno, si no toda la cuadrilla de María Santisima, sintiendo la emoción de tan esperado momento, temblando con el sonido de los trompeteros y tensando los nervios escuchando las notas de la Banda Grande marcando la pauta en el ceremonial.
No han sido solo dos costaleros nazarenos los que han estado junto al Señor, si no toda una cuadrilla, hombres fuertes de María, que se han unido al Nazareno en tan entrañable gesto de bendecir a Linares, en un simbólico gesto que ha sido la culminación de un año de celebración costalera.
Lo que se siente junto al Señor en ese momento es irrepetible, y lo recordaremos siempre como uno de esos "ratitos" que hacen que tanta entrega y sacrificio en las trabajaderas merezca la pena, siempre pensando en Jesús y María, y por el honor inmenso que supone para cualquier nazareno ser elegido para dar la Bendición junto a nuestro Nazareno.
Ciertamente la Gloria, la Gloria Nazarena, se vive en 75 segundos...
Y aunque hayan sido solo dos veteranos peones los elegidos para cumplir con tan delicada labor, tened por seguro que no eran solo dos costaleros los que estaban bajo el paso del Nazareno, si no toda la cuadrilla de María Santisima, sintiendo la emoción de tan esperado momento, temblando con el sonido de los trompeteros y tensando los nervios escuchando las notas de la Banda Grande marcando la pauta en el ceremonial.
No han sido solo dos costaleros nazarenos los que han estado junto al Señor, si no toda una cuadrilla, hombres fuertes de María, que se han unido al Nazareno en tan entrañable gesto de bendecir a Linares, en un simbólico gesto que ha sido la culminación de un año de celebración costalera.
Lo que se siente junto al Señor en ese momento es irrepetible, y lo recordaremos siempre como uno de esos "ratitos" que hacen que tanta entrega y sacrificio en las trabajaderas merezca la pena, siempre pensando en Jesús y María, y por el honor inmenso que supone para cualquier nazareno ser elegido para dar la Bendición junto a nuestro Nazareno.
Ciertamente la Gloria, la Gloria Nazarena, se vive en 75 segundos...
P.D.: Gracias Antonio, sin ti a nuestro lado no hubiera sido ni lo mismo, ni tan bueno, ni tan bonito... la clavamos en 75segundos!!...
No hay comentarios:
Publicar un comentario